UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
COMUNICACIÓN SOCIAL
Estudiante: Aylin Adriana Peñaranda Mitta
Materia: Redacción II Paralelo:
B
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Práctica Nº6
Bosquejo de elaboración de editorial
Desde la promulgación
del Decreto Supremo 1126 en enero pasado, que establece el cambio de la jornada
laboral del sector salud de 6 horas a 8 horas, el país ha estado convulsionado
por las marchas y huelgas de los afectados. Ante los fracasos de diálogo entre
los médicos y el Ministro de Salud la
respuesta gubernamental han sido descuentos y amenazas de despidos. Pero la
medida más preocupante es la anunciada por el Ministro de Trabajo: sancionar
las huelgas y protestas e incluso amenazas de enjuiciamiento y aprendimiento
contra los galenos que acatan el paro que ya han sido reflejadas las
resoluciones 046 y 049, que declaran ilegales las medidas de protesta.
Esta medida
adoptada por el gobierno sería un duro golpe no solo para los médicos sino
también para todos los sectores sociales. No olvidemos que las protestas,
marchas y bloqueos han constituido la
fuerza de las organizaciones para defender sus intereses y pelear por sus
derechos. Por lo cual no es de extrañar que la Central Obrera Boliviana ya se
haya manifestado en repudio a estas medidas defendiendo las protestas de los
galenos por constituir un derecho de todos los trabajadores.
Por otro lado las
resoluciones emitidas por el Ministerio de Trabajo constituirían una violación
a la Constitución Política del Estado. La misma estipula en su artículo 53: Se
garantiza el derecho a huelga como el ejercicio de la facultad legal de las
trabajadoras y los trabajadores a suspender labores para la defensa de sus
derechos de acuerdo a ley. Ninguna ley o norma puede violar la Carta Magna.
Lo cierto es que
los médicos planean continuar con sus medidas de protesta a pesar de las
amenazas y descuentos. Ellos han
reiterado que están abiertos al diálogo pero ya no con el Ministro de Salud
quien en un intento previo incumplió lo acordado. Los médicos solo aceptaran el
diálogo con el Presidente Evo Morales. Incluso algunos sectores han aceptado el
cambio de jornada siempre y cuando se los incluya en la Ley General del Trabajo
Es claro que estas
medidas no son la solución para este conflicto. Lo peor es que el más afectado
es la población que necesita los servicios de salud. Esperemos que el
Presidente opte por la vía diplomática y se deje de lado las amenazas.
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